Para luchar contra los tsunamis se pueden utilizar métodos que combinan radiolocalización por satélite(se trata de unos detectores situados a grandes profundidades en el mar, que envían las señales al satélite, el cual las envía a los centro de detección situados en el suelo) y observación sísmica muy precisa en tierra firme. También existen estructuras naturales que sirven de protección natural, como playas, dunas, manglares, campos coralinos e incluso arboledas. Debido a la acción humana, la deforestación y urbanización incontroladas agravan los efectos de los tsunamis. En algunas zonas se han proyectado estructuras consistentes en muros verticales de hormigón, complementados con una segunda línea defensiva, unos 200 m hacia el interior de la costa basada en la plantación masiva de cocoteros y manglares, método muy cuestionado por su alto valor económico. La lucha contra la erosión, el diseño de un sistema de comunicaciones adecuado y, desde luego, el establecimiento de planes urbanísticos adecuados, serán los mejores defensas imaginables contra el desastre.
Si ya existen medidas para minimizar los impactos naturales, ¿ por qué no se suelen llevar a cabo?
Por su elevado coste y por la negligencia de los políticos, por un lado, los dirigentes de los países afectados, generalmente pobres, prefieren gastarse el dinero, la mayoría de las veces, en armamento y mantenimiento de los ejércitos, así como en su propio enriquecimiento y, por otro, los gobernantes de los países más ricos,generalmente no afectados por los desastres, no ayudan a los países más pobres y prefieren invertir en otros negocios que les reporten riqueza; evidentemente, la población de éstos países pobres es la que sale más perjudicada.